LA HORA DEL GENERAL


jueves, 29 de enero de 2009

LOCUTORIOS ¿LOS NUEVAS CANCHAS DE PADDLE?

Hoy al mediodía me pasó algo extraño, resulta que aprovecho la recarga de Vomistar de 30 pesos, y me dirijo al quiosco mas cercano...Bueno, resulta que ese es mi trabajo, pero luego lo recordé, no vendo tarjetas de teléfono. Hay 2 teorías de porque no las vendo: una la real y la otra la seudo izquierdista. Voy a empezar por la segunda. Ni loco vendo en mi trabajo para esa empresa de españoles colonizadores. Malditos invasores! Y la real es que la ganancia que deja es nula. Algo así como se decía que los puchos no dejan ni para los caramelos, por eso no vendo cigarrillos. Algo así como que venda una tarjeta de 30 pesos, mi ganancia sería de 60 centavos, como mucho, ellos ponen el negocio y las condiciones y yo el riesgo. Algo asi como que venda gaseosas y la tenga que vender a un precio establecido, por eso no vendo gaseosas. Ahora se preguntaran, que si no vendo ni tarjetas de celular, ni puchos, ni gaseosas ¿Para que mierda tengo un quiosco? No tengo la respuesta. Muchos dirán que es una pantalla para vender porquerías. No tengo la respuesta. La cosa es así, como los quioscos estaban cerrados o con carteles "no vendemos tarjetas", Seguro que venden falopa pensé, sino para que van a tener un comercio y no vender tarjetas. De ahí me fui a un locutorio con regarga virtual:
La puerta rechinaba, había humo, el piso estaba sucio y colillas por todo el piso. Buenos días, dijo alguien mientras afilaba un cuchillo, no le pude ver la cara porque el vidrio estaba negro de suciedad, con telas de araña y cucarachas caminando, el lugar estaba vació, ni una computadora prendida, de repente escuche un grito:
- ¿Paso algo? - dije espantado.
- No es nada... Es solo el televisor o el counter strike.
- Pero no hay televisor acá, y el counter str...
- ¿Necesita algo? - me pregunto rápido.
- Si, recargar una tarjeta.
- Acá no hacemos eso.
- Pero, ¿no es un locutorio?
- ¿Un locutorio?! - dijo sobresaltado, como si hubiese preguntado algo lógico - Eso no existe!!!
luego cerró la venta en mi cara con tal vehemencia que rosó mi nariz lo cual me produjo un pequeño derrame de sangre. Al principio era unas gotas, pero luego no paró. Golpeé la ventana pidiendo por favor un algodón y agua oxigenada
- ¿Tenemos cara de farmacia?
- No, de locutorio, pero ni siquiera recar..
- Otra vez con eso!!! No te das cuenta - ahi mismo tomó la postura de Al Pacino en "el abogado del diablo" - Ustedes son los culpables de todos, todos tienen computadora con internet en sus casas, impresoras, hasta deben tener cabinas de teléfono,¿y nosotros? ¿Alguien piensa es nuestro trabajo? No! como no pensaron en los parripollos ni en las canchas de paddle en los años 90, hoy son todas basuras! asentamientos de gente indijente, una pequeñas ciudad desbastada por la tecnología!
Ahí mismo salí corriendo de ese lugar espantoso, caminaba por esas cuadras mientras una leve llovizna lastimaba mi cara, el día gris jugaba con la gama de colores de los locales y acompañaba a los locutorios desolados de la ciudad. Pensé en ir a mi casa, tomar un bolso, y caminar solo por la ruta como lo hacia el increíble hulk al final de todos sus capítulos, mi deber, ayudar a la gente abandonada en las canchas de paddle y locutorios de los pueblos aledaños.